El diseño para as marcas pequeñas es tan importante como una buena idea de negocio. Entender el diseño como una mera «solución» estética es un grave error. El buen diseño debe cumplir muchas funciones mucho más allá de unos cánones visuales. Debe ser funcional, usable, entendible, simple, directo, respetuoso, impactante e innovador… Y sobre todo aportar un valor añadido a la marca o al producto. Es una herramienta clave para diferenciarse de la competencia. Solo hay que ver el ejemplo de Apple tan seguido y copiado por muchos. El diseño como disciplina es un ejercicio constante que se forja con el trabajo del día a día. Saber usar herramientas de diseño no implica que se tenga el criterio necesario para realizar un buen diseño.
Ventajas del uso del diseño para las marcas pequeñas:
- Un diseño de calidad lleva a que los consumidores se inclinen más por un producto o por otro, con independencia muchas veces del coste del producto o servicio.
- Un diseño coherente y bien aplicado indica que hay un alto grado de compromiso por parte de la marca, no solo por hacer bien las cosas, si no porque se note dicho esfuerzo.
- El diseño multiplica el valor de una marca en el mercado.
- El diseño mejora sus experiencias con el producto, ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas y es un recurso fundamental para convertir las ideas en proyectos exitosos. Para destacar en un mercado ya no vale con tener el producto más barato. Cada vez más las personas tendemos a ser más exigentes. Por ejemplo: Un buen programador difícilmente venderá su proyecto sin la ayuda de un diseñador que desarrolle la imagen y la usabilidad del sitio web.
Hace ya unos años que el diseño es un bien al alcance de muchos. Y según la Comisión Europea, es la receta para salir de la crisis. Estamos en una época en que si las cosas no entran por los ojos, muchos buenos productos quedan en el olvido. Usar el diseño como elemento diferencial está al alcance de casi cualquier marca, comercio o emprendedor. La oferta de diseñadores es muy amplia y tentadora. Pero siempre hay que mirar que hay detrás de «una cara bonita» y entender que un mal producto o proyecto puede ser mejorado si se implementa una buena estrategia de diseño.
Enlaces de interés: Barcelona Centro de Diseño